20 de agosto de 2025
Autor:
Emilio Gracia
Con tan solo dos semanas de pretemporada es injusto e imprudente exigir más a un equipo que arrancó la temporada con la imperiosa necesidad de lograr los tres puntos. Los apretados calendarios y la cerrazón de un Tebas que necesita muy poco para poner un palo en la rueda del Real Madrid, obligan a sacar pocas conclusiones del primer partido oficial del curso.
La falta de chispa en buena parte del partido fue un handicap que impidió tener el ritmo de juego necesario para derribar la poblada y ordenada defensa del Osasuna. Mbappé, muy activo, fue el más atinado de la línea atacante. Suyos fueron las mejores acciones ofensivas, provocó el penalti y lo transformó con seguridad. Vinicius, por el contrario, no estuvo fino, compensado su poca inspiración con buenas presiones que favorecieron la recuperación del balón. El brasileño será el termómetro del Real Madrid. Si está bien y vuelve a jugar al nivel de la temporada 23-24 los títulos estarán mucho más cerca.
El centro del campo fue la línea más gris. Poca fluidez en el juego y en la conexión con los puntas y mucho control del juego, lo que impedía que el Osasuna pudiera salir a la contra.
La zaga estuvo poco exigida. Entre los debutantes bien Huijsen y Carreras, y más espeso Trent. Militao sigue sumando minutos de calidad que le permitan ganar confianza para volver a recuperar el tono físico que necesita para hacerse con la titularidad. El brasileño pinta que será una pieza clave en el esquema de Xabi Alonso.
El debut de Franco Mastantuono fue ilusionante. La perla argentina dejó muestras de su categoría y ganó duelos en acciones defensivas. Incluso remató a puerta y puso centros peligrosos desde ambos costados.
El próximo domingo en Oviedo seguirá el rodaje de un equipo obligado a ganar. Llegar al parón de selecciones con un pleno de triunfos se antoja fundamental para la confianza de un proyecto ilusionante del que solo hemos visto unas pinceladas.